Un pequeño accionista de Ubisoft está organizando una protesta frente a las oficinas de la compañía en París, alegando que la empresa ocultó unas supuestas negociaciones con Microsoft, EA y otros editores interesados en sus franquicias de videojuegos.
En un documento revisado por IGN, Juraj Krúpa, director de AJ Investments, describió a Ubisoft como una empresa gravemente mal gestionada por sus líderes y exigió un plan sólido para revitalizarla, abordando la caída del precio de las acciones, las deficientes operaciones y la lenta adaptación a los cambios de la industria.
Krúpa acusó a Ubisoft de carecer de transparencia en sus decisiones, afirmando que ocultó detalles como un acuerdo de expansión de Assassin's Creed Mirage con la empresa saudí Savvy Group.
El inversor resaltó un informe de acceso restringido de MergerMarket que sugería conversaciones entre Microsoft, EA y otros interesados en comprar las propiedades de Ubisoft. La dirección también mantuvo silencio sobre estos movimientos, afirmó Krúpa.
IGN contactó a Ubisoft para obtener una respuesta.
En octubre pasado, Bloomberg señaló que la familia Guillemot, fundadora de Ubisoft, y el inversor Tencent exploraron la posibilidad de sacar a la empresa de bolsa después de varios reveses importantes, recortes de proyectos y una fuerte caída de las acciones. Esas discusiones fueron preliminares, y Ubisoft declaró que informaría al mercado según fuera necesario.
Durante años, Ubisoft ha parecido estar atrapada en una decadencia gradual, marcada por grandes fracasos, reducciones de personal, cierres de oficinas, títulos cancelados y repetidos retrasos.
La especulación sobre las opciones del consejo persiste, con informes que sugieren que Tencent duda debido a la insistencia de los Guillemot en mantener su influencia. Sin Tencent, pocas entidades tienen la escala y los fondos para rescatar al gigante en dificultades en que se ha convertido Ubisoft.

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Los directivos retrasaron un lanzamiento clave destinado a impulsar la empresa y sus finanzas, Assassin's Creed, inicialmente previsto para el 18 de julio de 2024, según la nota de Krúpa. Ese día, Ubisoft mantuvo sus objetivos anuales y fijó AC Shadows para el 15 de noviembre de 2024. Solo meses después, en septiembre de 2024, lo retrasó nuevamente y ajustó sus previsiones, un paso que, en nuestra opinión, la dirección podría haber previsto.
Tras el tercer cambio, el título se lanzará el 20 de marzo de 2025. Dichos cambios y actualizaciones provocaron importantes caídas en las acciones, afectando más a los pequeños inversores, ya que carecen de herramientas para ajustarse rápidamente. Esto favoreció a los grandes actores que compraron a la baja, como clientes de Credit Agricole, Goldman Sachs, Morgan Stanley y otros.
Convencidos de que los líderes no se han relacionado adecuadamente con los propietarios, AJ Investments invita a todos los accionistas disconformes, cansados del estancamiento de las acciones y la inacción de Ubisoft, a asistir al evento de mayo.
Sabemos que los ejecutivos y el CEO de Ubisoft iniciaron una revisión estratégica con el asesoramiento de Goldman Sachs y JP Morgan. Los resultados deberían conocerse pronto, declaró Juraj Krúpa, fundador de AJ Investments.
Por eso estamos organizando esta reunión en mayo: para darles espacio para tomar una decisión que aumente el valor. Si realmente mejora los rendimientos de los propietarios, cancelaremos el evento.
Cada propietario de Ubisoft merece una empresa que impulse el valor al máximo con operaciones claras y responsables, continuó Krúpa. Ubisoft va por detrás de sus rivales, y ya es hora de que escuche a los inversores. Esta concentración enviará una fuerte señal de aquellos que ven potencial pero exigen reformas rápidas.
AJ Investments está preparada para emprender acciones legales contra la empresa por engañar a los accionistas.
Esto marca el segundo impulso de este grupo para la privatización en medio de los problemas bursátiles, después de que Star Wars Outlaws tuviera un rendimiento inferior al esperado.
En septiembre, AJ Investments envió una severa nota pública a los directivos de Ubisoft, incluyendo al CEO Yves Guillemot y al socio Tencent, expresando su frustración con los resultados, el valor de las acciones y exigiendo nuevos jefes y una posible compra. Esto ocurrió después del caos en Ubisoft, donde las acciones se desplomaron tras el lanzamiento de Star Wars Outlaws de Massive Entertainment, que la propia empresa admitió que no cumplió con las expectativas.